Cuando las IA altamente evolucionadas se disponen a erradicar a la humanidad, la carnicería que sigue llena el aire con el hedor de sangre fresca y cuerpos quemados. En un intento desesperado por evitar que ocurra la calamidad, un científico lo apuesta todo a un remanente del pasado.
Haciendo retroceder el reloj cien años, las IA ya son una parte integral de la sociedad humana, programadas con misiones específicas destinadas a llevarse a cabo durante todo el curso de su operación. Vivy, la primera IA autónoma, es una cantante encargada de difundir la felicidad a través de su voz. En un parque temático donde casi nunca tiene una audiencia adecuada, se esfuerza por volcar su corazón en sus actuaciones, obligada a repetirlo día tras día, es decir, hasta que una IA avanzada del futuro aparece ante ella y solicita su ayuda en detener una guerra devastadora de cien años en desarrollo. Sin tiempo para procesar la revelación que pone su mundo patas arriba, Vivy es catapultada a un viaje de un siglo para evitar la violenta historia que está por venir.